Capítulo 405 Trabajar en el Encanto Nocturno
Adriana le dijo de forma temblorosa a Renata que pagaría las facturas lo antes posible. Renata no se escuchaba severa ni enojada y le dijo que solo era un recordatorio. Después de terminar la llamada, Adriana se dirigió de inmediato al banco con la tarjeta de crédito de su padre, queriendo sacar algo de dinero para aliviar su carga financiera en ese momento. Por desgracia, le dijeron que la cuenta bancaria estaba bloqueada y que era necesario activarla poniéndose en contacto con su asesor financiero de la Nación S. Adriana sabía que su padre había bloqueado la cuenta por miedo a que alguien robara la enorme suma de dinero que había en ella. Entonces, iba a tener que hacer muchos trámites y concertar una cita con su asesor financiero de la Nación S para activar la cuenta bancaria. Guardando la tarjeta de crédito de su padre en la cartera, Adriana suspiró y sacudió la cabeza. «No quiero empezar a vivir de la herencia de mi padre…». En ese mismo momento, Adriana se sintió impotente y avergonzada. «¿En verdad soy incapaz de ganarme la vida por mí misma?». Tras tomarse unos momentos para pensar, Adriana marcó el número de Olimpia.
—Hola, Adriana… —La voz de Olimpia quedó casi enterrada en la ensordecedora música heavy metal que sonaba de fondo. Lo único que Adriana pudo distinguir fue que dijo «hola». Después de casi un minuto, la música se calmó un poco y Olimpia preguntó—: Adriana, disculpa el ruido. Ahora estoy en un lugar más tranquilo. ¿Para qué me llamas?
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