Capítulo 138 Afecto ardiente
—Fue la madre de Santiago. —Patricio apretó el puño con fuerza. Él estaba enojado y continuó diciendo—: Ella nos reprendió por no tener un padre, e incluso dijo que somos... —Patricio apretó los dientes para no terminar la frase. Lo que vino a continuación fue algo que no se atrevió a mencionar. En consecuencia, sus ojos comenzaron a ponerse rojos.
—No te molestes. ¡Lo hizo a propósito! —Roberto intentó recordárselo a su hermano. Sin embargo, era evidente que también se veían rayas rojas en el rabillo de sus ojos.
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