Capítulo 1963 Quiero que seas feliz
Sin embargo, Danrique no estaba enojado. Solo miró a Francisca con una sonrisa y su mirada estaba llena de orgullo. Aunque no lo decía en voz alta, se sentía muy complacido. «¡Mira, esa es mi mujer!».
Los halagos constantes comenzaron a hacer que Francisca se sintiera presumida. Abalanzándose en los brazos de Danrique, se rio sin parar y se olvidó de su plan para escapar.
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