Capítulo 1956 Exagerar Para Asustar A Todos
—Francisca, Francisca... —Laila llamó, apoyándose en la ventana.
Sin embargo, Francisca salió corriendo sin mirar atrás. En el auto, el noble y su subordinado se quedaron boquiabiertos. Al ver lo ágil que era Francisca, por fin se dieron cuenta de que no era una doctora cualquiera. Francisca bajó del auto de un salto y se subió a un vehículo militar de forma ágil y lo siguió de vuelta al castillo.
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