Capítulo 168 Amarte es mi condena: quiero este caso
Salvador se comunicó con su equipo de abogados, solicitó que no permitieran por nada del mundo que Araujo, y Sáenz salieran con fianza, los delitos que tenían encima no daban derecho a eso, pero en ocasiones la justicia era ciega.
Así que los abogados de inmediato empezaron a trabajar en eso. Era tarde y Majo, se sentía cansada, así que Salvador insistió en que fuera a dormir, ella no puso objeción, sin embargo antes de irse a descansar requería hacer dos cosas importantes, la una era hablar con sus padres, y la otra con él.
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