Capítulo 142 Amarte es mi condena: la trampa
El fiscal Araujo debía hacer su trabajo, ese hombre no dejaba cabos sueltos, y aunque sabía que la señal que emitía ese móvil con el cual Majo se comunicaba con su familia era falsa, él les seguía el juego.
Entonces, mientras estaba en su despacho, recibió una llamada privada, era desde fuera del país.
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