Capítulo 135 Amarte es mi condena: preparativos
—Doctor Sáenz. —La voz gruesa de un hombre se escuchó a través de un micrófono, aquel individuo jamás dejaba ver su rostro—, agradecemos su valiosa colaboración con nuestra causa, pero seguimos sin poder encontrar algo que nos lleve a hacer justicia y tener en nuestras manos a Arismendi.
—Sé de alguien que puede ayudarnos, y ser pieza clave en esto —comunicó—, busquen a Brenda su asistente personal, esa mujer es clave para desenmascararlo, lleguen a un acuerdo con ella.
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