Capítulo 155 Amarte es mi condena el punto débil de salvador
Malú dio vuelta salió del despacho, y él como un desesperado corrió tras de ella, la agarró del brazo, pero María Luisa se sacudió.
—Perdón. —Se disculpó él por ese atrevimiento—, nuestra amistad no puede terminar, Malú, tú me conoces bien, yo no fallé, fue ella, preguntale, por favor confía en mí, no dudes, no lo soportaría.
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