Capítulo 258 Practica conmigo

Las palabras de Ivet hicieron que nos sumiéramos en el silencio. Por supuesto, mi mentira no podía mantenerse en secreto para siempre. Sabía que, tarde o temprano, tendríamos que sincerarnos con Yanet. Como era imposible que se quedara en la isla desierta para siempre, era solo cuestión de tiempo para que enviara a alguien a investigar. Mi reputación era cada vez más popular en Ciudad Trueno y las personas a mi alrededor no tardarían en conocer mis orígenes. En ese momento, Yanet se pondría furiosa porque la engañé. Prefería confesar mis actos, en lugar de esperar a que lo descubriera por su cuenta. Sucedía que el Ejército Real se estaba fortaleciendo. Habíamos reclutado a muchos hombres que habían luchado en batallas feroces. Si me enfrentaba a Yanet con el respaldo del Ejército Real, la disparidad de poder entre nosotros se reduciría en gran medida. Con el apoyo del Ejército Real, ni siquiera Yanet Pérez tendría las agallas para atacarnos de manera imprudente. «Sin embargo, ¡todavía no es el momento de confesárselo a Yanet!». Con ese pensamiento, aconsejé a Ivet: