Capítulo 200 No tienen el control

Después de que todos se enteraron de nuestro secreto, la vida en la secta se volvió mucho más tranquila. Antes, teníamos demasiados invitados y ahora ya casi nadie venía. Incluso cuando los superiores pasaban por nuestro patio en raras ocasiones, ya no perseguían a Rosalí. En cambio, la miraban con lujuria. Parecía que ya no la respetaban. Era obvio que esperaban que muriera en el campo de batalla, para quedarse con Rosalí. Además, después de que se supo que escondí personas que practicaban el sutra, nadie se acercaba a mí porque me consideraban problemático. El único aspecto positivo de toda esta situación era que tenía unos días libres. Me dediqué a practicar el tiro con arco en el patio, mientras las muchachas evitaban mis disparos para practicar la Mnemónica Etérea. Después de un tiempo, podía mantener la puntería mientras disparara las flechas. Estaba casi listo para aprender el tiro con arco a caballo. Al sexto día, salí de la base a toda prisa con Milena, Margarita y Claudia después de pedir su antídoto para la semana. Después de seis noches de esfuerzo y de tomar todas las Píldoras de Vitalidad, Milena alcanzó la Fase Profunda. Después de alcanzar esa fase, se volvió mucho más atractiva. Muchos hombres la observaban y seguían sus movimientos. Milena incluso encargó un vestido a la medida para resaltar nueva apariencia. Aunque el sastre de Ciudad Trueno no sabía lo que quería decir con «ajustado», se las arregló para hacerle un vestido con el diseño que ella pidió. Milena se veía muy hermosa con su nuevo vestido dado que acentuaba aún más sus enormes pechos. Además, la abertura lateral que llegaba hasta su cintura, provocaba que todos miraran su trasero. Mientras caminaba, parecía que se saldría de la tela. Casi podíamos oír a los hombres tragar saliva cuando salimos de la base. Milena parecía complacida con la atención porque disfrutaba las miradas mientras se aferraba a mi brazo.