Capítulo 23 Primero te daré una bofetada
Recogimos nuestras pertenencias y nos pusimos en camino al caer la noche. A Rosalí se le veía en el rostro que estaba disgustada; caminaba delante de todos sin prestarnos atención. Ella conocía la ubicación del Grupo Uno porque Enrique se lo había contado.
Juan también lo sabía, pero cada vez que quería acercarse a Rosalí, ella le decía que volviera al final, pues no quería verlo. Observé con detenimiento el entorno que nos rodeaba mientras la seguía.
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