Capítulo 121 Una madre se lamenta
―Tengo que tomarme mi tiempo para descifrar esta absurda situación.
Mientras Isabel se ocupaba de preparar el té, David cogió a Juan en brazos. Abrazó al niño con fuerza y pensó: «A diferencia de Edgar, este niño es mucho más adorable. ¡Cuando pensaba que Edgar era esquizofrénico, rezaba para que este lado lindo y dulce de él persistiera!»
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