Capítulo 203 El chico

«Debe estar muy enojado». Isabel suspiró con impotencia y regresó a la casa de la parte de atrás. Analizó los dibujos que tenía en la mano y sonrió un poco cuando vio la ilustración de una niña pequeña ya que no esperaba que Abel tuviera un pasatiempo artístico. Frunció el ceño cuando se dio cuenta de cuál era el siguiente porque creía reconocer a la niña. Se sorprendió mucho cuando vio el tercero porque la niña de los anteriores retratos estaba andando en puntillas y mordiendo el hombro de un joven. Al lado de ellos, había una pistola de agua.  Los otros retratos la sorprendieron aún más. Cuando por fin terminó de revisarlos todos, los colocó en la mesa mientras sus manos temblaban luego de recordar los recuerdos que había reprimido.