Capítulo 320 Negociación
Al cabo de un rato, Maya dejó de llorar, le dirigió una mirada al hombre y se preguntó a sí misma si la odiaría para siempre. Abel se frustró en el momento en el que vio que las lágrimas comenzaron a caer por su rostro porque en realidad no quería que se sintiera mal, sino que solo quería ajustar cuentas con Isabel. Sin embargo, luego de recordar el video y la completa humillación que sintió, no intentó consolar a la causante del problema.
—Señor Cruz, ¿qué ocurrió?
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