Capítulo 382 Sesiones de acupuntura por turnos

«¡Si eso es lo que ocurrió, entonces no le reclamaré nada!»  En sus ojos oscuros y profundos, se podía ver un atisbo de determinación. «Incluso si Maya y Nina no fueron planeadas, nunca la trataría con crueldad».  Mientras conducía en la tarde, decidió detener su auto luego de pasar por la clínica de Isabel. Cuando vio que no había muchos clientes, frunció el ceño. «¿No estaba bastante ocupada antes de que todo esto sucediera? Había estado tan concentrada con la Corporación Domínguez que se le olvidó prestarle atención a su clínica. ¿Acaso no había disfrutado siempre de este trabajo? Además, de eso dependía para mantenerse». Entrecerró los ojos y se le ocurrió una idea al instante.