Capítulo 71 Una rata ahogada
En ese poco tiempo que Edgar estuvo desaparecido, encontró una pistola de agua más grande. Dicha pistola era tan pesada que se necesitaba dos personas para maniobrarla. Así que, al notar que el tío David se encontraba cerca, Edgar, con la ayuda de dos hombres que ya le habían ayudado antes, procedió a disparar con fuerza contra su tío. Mientras tanto, su rostro reflejaba una sonrisa tortuosa.
—¿Quién demonios me está mojando? —gritó David.
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