Capítulo 127 Metiéndose con Samuel

En cuanto entraron en el parque, Susana tomó la mano del Pequeño Colin y ya no volvió a soltarla, como si estuviese demostrando que iba en serio lo de no perder de vista al niño; sin embargo, Samuel se sentía enfadado e incómodo por la actitud de Susana, pues consideraba que aquella mujer le había quitado la oportunidad de continuar interactuando con su hijo. El hombre se metió las manos en los bolsillos y, aunque la mascarilla le cubría la mayor parte de la cara y ocultaba su expresión de disgusto, todo su lenguaje corporal gritaba lo irritado que se sentía. De hecho, aunque los tres formaban un solo grupo, a menudo caminaban separados por varios metros, como si no se conociesen. De cuando en cuando, Colin cedía a la tentación de girarse para observar a Samuel, pese a que Susana le agarraba de la mano con fuerza; cuando Samuel se dio cuenta de que su hijo le buscaba con la mirada, sonrió en dirección al pequeño, pero luego se dio cuenta que la mascarilla tapaba su boca y optó por saludarle con la mano. El niño se volvió hacia su madre y se percató que ella jadeaba por el calor y el enfado, lo que le hizo suspirar con impotencia.