Capítulo 107 Invitarte a cenar
Los dos se subieron al vehículo y se alejaron del edificio Homero a toda velocidad, pese a que todavía algunos curiosos enloquecidos les seguían, tanto en coche como corriendo tras el automóvil. Sin embargo, Samuel, tras efectuar diversos giros y maniobras dignos de un especialista de cine, consiguió deshacerse de aquellas molestas personas tras diez minutos de intensa persecución.
Susana observó el desarrollo de los acontecimientos por la ventanilla trasera del coche con cierto nerviosismo, pero respiró aliviada cuando se dio cuenta de que todos los coches que los seguían se habían quedado atrás gracias a la pericia de Samuel.
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