Capítulo 119 Temas de impuestos

Cuando Esteban, presa de un pánico irracional derivado del abuso que había hecho del alcohol, logró escapar de aquellos entrometidos que pretendían retenerle, se derrumbó en el sofá de su casa con el rostro bañado en sudor. Su corazón ya no clamaba por venganza contra Susana sino que ahora era presa del terror, pues sabía que aquello iba a traerle consecuencias. Por lo que conocía a Susana, no le quedaba la menor duda de que ella iría a la comisaría para ponerle una denuncia. Después de divorciarse de Lorena, sólo le conservaba un treinta por cierto de las acciones de la empresa a mano, así que si salía a la luz que había intentado violar a una mujer, perdería su puesto como Director Gerente e incluso tendría dificultades para seguir viviendo en la Ciudad Heraldo. De este modo, y por todo lo que había en juego, nada de lo que había ocurrido unos momentos atrás debía hacerse público.