Capítulo 91 Siendo sinceros

Con voz emocionada y sin ocultar nada, Susana le contó a verdad a los Salas, tras lo que los acompañó hasta la puerta para despedirse. Cuando se dio la vuelta, la mujer vio al Pequeño Colin sentado en el sofá con una mirada seria, impropia de su semblante infantil. Susana le observó con el corazón encogido mientras valoraba la posibilidad de que los Salas se lo llevaran, ahora que sabían quién era. Tendió las manos hacia el niño buscando consuelo en su abrazo. ¿Quién hubiera imaginado que Colin la apartaría de manera inesperada con un manotazo? La madre y el hijo se pusieron de pie al unísono. Aquella era la primera vez que Colin mostraba resistencia hacia un gesto afectuoso de Susana.