Capítulo 285 ¿Me iba a dejar sin castigo así como así?
Roberto tomó un sorbo de su tazón de sopa. Me miraba como si fuera una idiota que no podía distinguir la comida. Estaba bien. Siempre había sido una tonta ante sus ojos. Por fortuna, no se acostumbraba comer los ingredientes de la sopa. Mi sopa era pura sopa. La señora Ana había quitado todo lo demás de mi plato. No iba a terminarme el tazón entero pero estaba tan delicioso. Era refrescante y tenía un regusto dulce. Me lo acabé sin darme cuenta. Después, me fijé que Roberto también se había terminado el suyo y estaba mirándome. Temí que hiciera que la señora Ana me sirviera otro tazón. Por fortuna, se levantó. Apoyo las manos sobre la mesa y me miró. Luego, preguntó:
―¿Terminaste?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread