Capítulo 315 Me quedaré para protegerte

Emanuel debía ser la única persona en el mundo que pensaría en robarse la comida del avión para dársela a alguien más. Me recordó a la primera vez que mi padre me había llevado a un avión. Mi madre ya no estaba. Fue la primera vez que comí en un vuelo. Dejé un bollo y una bolsa de papas fritas que había querido colocar en la tumba de mi madre. La comida no era de lo mejor, pero la devoré toda. Emanuel me miraba fijamente, sentado junto a mi cama. Irradiaba honestidad. Hombres como él, o chicos como él, ya no existían.