Me mantuve a cierta distancia de ella. Tenía una mano en la barandilla. Su rostro estaba un poco enrojecido. Fue entonces cuando noté la copa de vino en su otra mano.
Silvia había estado bebiendo. Esta fue la primera vez que la vi beber. No debería quedarse junto a la barandilla. Era peligrosísimo. Podría caer al mar si no tenía cuidado. Era el medio de la noche. Los vientos eran fuertes y las olas se agitaban. Esto era demasiado peligroso.
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