Capítulo 291 Está hecho
Llegué a la Organización Ferreiro y me topé con la secretaria frente a la oficina. Iba a lavar mi taza. Le agradecí por su ayuda. Ella me saludó cortésmente, luego se fue sin decir nada más. Solía ser tan platicadora. Debía estar decepcionada de mí. No sabía cómo decirle que no iba a rendirme. Sólo estaba intentando asegurar un mejor futuro para la Organización Ferreiro. Me trajo el café y aproveché para decirle:
―¿Puedes revisar si Silvia ya llegó a trabajar? Dile que venga a la oficina, por favor.
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