Capítulo 332 El asesino
Julissa estaba sentada en un sillón de mimbre en la consulta, dando vueltas a sus cuentas entre las manos. Jamino, con un termo en los brazos, miraba ansiosa a su alrededor. Cuando por fin apareció Melina, Jamino corrió hacia ella y le lanzó el termo.
—Señora, coma. Coma. Hice ñoquis para usted. Coma.
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