Capítulo 133 Salvar a Nadia
El teléfono de Zirán zumbó con urgencia mientras la charla de la hora de comer llenaba el elegante restaurante, lo que le obligó a salir rápido. Melina, con los ojos escrutando la sala, evitó conscientemente acercarse a él. El teléfono de Melina sonó después de comer y la voz de Arturo se coló por la línea.
—Señorita Rodríguez, Eulalia está en libertad bajo fianza.
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