Capítulo 370 No siento la mano izquierda
Melina frunció el ceño, contrariada. Como era de esperar, él seguía queriendo detenerla.
—Qué te parece esto. Te llevaré a conocer a alguien mañana por la tarde. Después, podrás decidir si sigues queriendo ver a Hilda al día siguiente —explicó Zirán.
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