Capítulo 140 Interrogatorio

Al mismo tiempo, de vuelta en la casa principal situada en la desolada ladera de la montaña. Al bajarse del vehículo con un movimiento rápido, el hombre de la cara marcada por una cicatriz tomó su teléfono y, con el ceño fruncido, golpeó la pantalla con frustración. Una rápida comprobación reveló la descorazonadora verdad: no había señal, ni siquiera un leve parpadeo de conectividad. —Qué raro —murmuró para sí, con un tono teñido de inquietud—. ¿Por qué no hay señal? Normalmente, este lugar tiene una amplia cobertura. ¿Podría ser que el inhibidor de señal esté funcionando mal de nuevo?