Waldo ya estaba enfadado porque Alejandro lo avergonzó delante de la chica que le gustaba y porque Victoria estaba ahí. Ahora que Victoria los ignoraba, descargó su furia contra ella, pero no esperaba que Alejandro también se enfureciera. Cuando vio a Alejandro abalanzarse sobre él, en realidad sintió miedo. Justo cuando estaba a punto de soltar a Victoria, sintió un puñetazo en la barbilla y se cayó.
Antes de que Victoria pudiera hacer algo, sintió que Alejandro tiraba de ella para abrazarla, y el aire se llenó de su aroma. Entonces lo miró sorprendida, pues no podía creer que se enfadara tanto sólo porque Waldo la agarrara del hombro.
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