Capítulo 498 Mentalidad distorsionada

—Señor Moreno, ¿no sería mejor liberar a la señorita Selva mientras todavía goza de una salud un tanto buena? Sería beneficioso, tanto para ella, como para usted. Cuando la señorita Selva recupere su memoria, sin duda recordará su bondad hacia ella. No necesitan convertirse en enemigos, y, seguro, siempre ha deseado lo mejor para ella, ¿no es así? —Después de pronunciar estas palabras, continuó—: No espere hasta que sea demasiado tarde y ocurra algo calamitoso. Incluso si buscara redención en ese punto, no tendría ningún significado. —¡Ya basta! —Bautista interrumpió de manera abrupta, con su mirada penetrante fija en Elio, enviando un escalofrío por su espina dorsal—. ¿Quién te dio la autoridad para hablar con tal audacia? ¿Crees que puedes persuadirme? Elio, estás destinado a seguirme a mí, no a Alejandro. — Sus emociones parecían estar fuera de control, notó Elio.