Si se hubiera tratado de un olvido, no habría pasado nada. Sin embargo, los niños se abstuvieron de decírselo a Victoria por miedo a herir sus sentimientos, lo que hizo que se sintiera aún peor por ellos.
«Crie a mis hijos con todo mi corazón, pero fueron objeto de palabras tan hirientes por parte de otros. Sin embargo, estos dos pequeños fueron lo bastante considerados como para pensar en mi nombre». Al pensar en esto, sus ojos se llenaron de emoción y lágrimas.
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