Victoria de repente tuvo un cambio de corazón y tomó la iniciativa de acercarse a Alejandro para hablarle en un tono tranquilizador.
—Lamento haber sido demasiado dura antes. Te lastimaste tratando de salvarme, y no debería haber hablado contigo de esa manera, así que, ahora, déjame ver tus heridas, ¿de acuerdo?
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