Antes de que Victoria pudiera rechazar a Alejandro, él ya había desabrochado rápido su camisa, fue entonces cuando ella se dio cuenta de que él no estaba bromeando en absoluto.
«¡Dios mío! ¡Está haciendo esto de verdad!».
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread