Capítulo 433 Aurelia vuelve a las andadas

Dejé que volara mi imaginación rumbo a la firma de abogados. Inventé todo un drama: tal vez Roberto no tenía intención de llevar a cabo el divorcio y todo era una trampa. Tal vez habría una escena de telenovela, los papeles que iba a firmar no serían papeles de divorcio... Pero sólo era mi imaginación, fantasías que sólo existían en la televisión. Roberto ya estaba ahí, sentado con las piernas cruzadas en un sofá, con toda compostura. Se había convertido en el Roberto que había conocido al principio de nuestro matrimonio: dominante, distante y tal vez algo despiadado.