Capítulo 353 Isabela, eres como La enredadera
Me quedé inmóvil ante la cama de Abril. Estaba sin palabras. No esperaba que cayéramos tan terriblemente después de un malentendido tan pequeño. Estaba segura de que las cosas estarían bien después de haberle explicado. Le conté todo, pero Abril no me perdonó.
―Abril... ―dije, desesperada por salvar la situación.
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