Capítulo 325 Asistir a una fiesta
Nadie debería decir «como sea» cuando se trata de un divorcio, esperaba que Roberto se burlara de mí por hacerlo, pero no lo hizo, simplemente se fue. Estuve en cama durante una semana en el hospital, me hicieron pasar por todo tipo de exámenes médicos, el médico dijo que mi fisura y mi lesión muscular también se habían curado. Sólo tenía que descansar un poco más antes de empezar con los ejercicios de estiramiento y fisioterapia y podría volver a hacer deporte siempre que no fuera muy extenuante.
Después de recibir el alta del hospital, volví a la residencia Lafuente, a abuela insistió pues le preocupaba que consiguiera matarme a mí misma si seguía viviendo con Roberto en su mansión privada. Exageraba, pero para ser sincera prefería volver a una casa llena de gente como lo era la residencia de los Lafuente, no me quería enfrentar a Roberto yo sola en su mansión.
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