Capítulo 268 La tristeza no puede vencernos
Roberto no regresó después de irse. Sin embargo, llegó Santiago. Me trajo sopa.
Me di cuenta de que era obra del jefe de cocina de la residencia Lafuente después de beber mi primer sorbo. La residencia Lafuente contrató a un chef cuya especialidad era la sopa. Hice girar mi cuchara en el tazón durante mucho tiempo, tratando de desenterrar el ingrediente que la hacía tan sabrosa y refrescante.
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