Capítulo 32 La libido
Hestia introdujo dentro de ella la firme virtud, con la que tenía que hacer un considerable esfuerzo para que la cupiera en la boca. Percibió en su paladar un sabor a fresa, debido al lubricante que había utilizado de forma reciente. Usó lengua para degustar el erguido talento, hasta que lo fue tragando cada vez más, hasta tocarle la garganta. Sus ojos se cristalizaron, ante la proeza. Entonces, comenzó a mover su cabeza en repetidas ocasiones, para realizar una diestra y habilidosa felación. Acumuló saliva y se regó en entre los enormes senos. Enderezó su espalda y acercó de nuevo su pecho, para dar inicio a una fabulosa estimulación rusa, en la que mientras lo hacía, no dejaba de ver a la cerúlea mirada de su lindo chico. Aplastaba y comprimía la imponente dote de Heros de modo preciso y rítmico, para causarle una mayor sensación. Al pasar los minutos, agregó sus manos a la escena y para provocarle más estimulación.
Heros templó sus piernas y convulsionó en su silla, en tanto eyaculaba su orgasmo en la boca de Hestia. Un abrigo de sueño lo cubrió, pero apretó sus párpados y la somnolencia desapareció.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread