Capítulo 151 La melancolía

Hestia se quedó de pie en medio de la oficina, la mirada fija en los escritorios vacíos. La empresa seguía siendo suya, su legado permanecía intacto, pero su ausencia sería inevitable. Ya no era la joven y temida empresaria que se alzaba como una diosa inalcanzable sobre los demás. Su vientre abultado lo demostraba. Había cambiado, aunque siguiera negándose a aceptarlo del todo. La luz del atardecer teñía la ciudad de tonos dorados y naranjas. Desde su despacho, la vista era tan imponente como siempre, pero ahora le producía una sensación distinta. Nostalgia. Una emoción que jamás había permitido que se asentara en su corazón. La odiaba, pero esta vez no pudo evitarla. Sus labios se curvaron apenas en una sonrisa amarga.