Capítulo 8 El asecho

—Quisiera algo sin tanta grasa y mucha ensalada —dijo Heros, atreviéndose a compartir sus planes con la bella mujer madura. Hestia arrugó el entrecejo y obtuvo una puerta abierta, para seguir dialogando con el chico. —¿Dieta? —preguntó Hestia, con normalidad. —Sí, pero también tengo pensado hacer ejercicio, para estar en forma el día de la boda —comentó Heros, encogiéndose de hombros. Su figura, poco atlética, lo acomplejaba y no se sentía seguro al estar en un entorno de muchas personas. Lo iba a hacer por Lacey, y luego por él. —Ya veo. Si es así, puedo recomendarte un gimnasio, para que goces de las más sofisticadas máquinas de entrenamiento —dijo Hestia, conectando con el adorable muchacho. Eso no le parecía mal. No era que se viera poco atractivo, pero si él lo había decidido, podría ayudarlo con todo gusto—. Hasta podría convertirme en tu preparadora física y también te podría llevar con la mejor nutricionista deportiva. Heros se sintió bastante exigido con tantas recomendaciones; solo quería perder peso y tonificar su cuerpo. Pero, eso daría los resultados que buscaba en menos tiempo. Así que, aceptar la propuesta de la señora Hestia, era muy tentador. Sin embargo, ¿por qué esa mujer tan poderosa y hermosa, se tomaría tantas molestias con él? Apenas se habían conocido y no eran nada, ni socios. —Le agradezco —respondió Heros, con gusto. Pero debía mantener los límites con ella—. ¿Cuál será el costo? Hestia moldeó una ligera sonrisa en sus carnosos y gruesos labios de escarlata. Su bello juguete, no quería recibir regalos de su dueña. Eso le había roto el corazón, si era que tenía uno en el pecho, diciéndolo en sentido figurado, para referirse a su benevolencia. —No he dicho que tengas que pagar. Considéralo… un favor. Así que, me deberías uno. Además, podríamos convertirnos en socios y sería más por altruismo, que por cualquier otra cosa —dijo Hestia, creando una partida, en la que Heros tendría que acceder por exceso de auxilios—. ¿Ta parece? Yo no necesito dinero. Mi idea es invertir el mío en tu negocio. Heros no sospechó de las perversas intenciones de Hestia. Sin mencionar que, no era demasiado diestro con las mujeres. —Eso se escucha justo y convincente. Aceptaré su ayuda —comentó Heros, con sincero agradecimiento. —Pero, te propongo algo —dijo Hestia, inclinado su cabeza hacia arriba. Nada más por este día, quería complacer y alimentar la gula en su futuro juguete—. Por hoy, debido a que nos conocimos y para celebrar nuestro posible convenio. ¿Qué te parece si disfrutamos de un almuerzo completo? Considéralo, el banquete de despedida para comenzar tu nueva etapa. Apenas estaba iniciando los preparativos de la inescrupulosa mujer adicta al concúbito, para hacer caer al tímido y modesto joven. Hestia le podía ofrecer el mundo entero a Heros, solo para que cayera rendido a sus pies. No escatimaría en dinero, ni opciones; usaría todas las cartas de su baraja. El juego había comenzado, y la derrota, no era aceptable. Heros guardó silencio por los siguientes segundos. Se sentía bien, que otra persona le interesaran sus metas y objetivos para el futuro. No sabía por qué esa poderosa y preciosa mujer madura lo trataba con amabilidad. Se sentía a gusto y en confianza con ella, como si pudiera mostrarse con tranquilidad, sin temor a ser rechazado o ignorado, porque Hestia lo escuchaba. —Eso es una buena idea —comentó Heros, complacido con la sugerencia de la perversa dama. Hestia agarró su bolso, para buscar una tarjeta del gimnasio, pero no halló ninguna. Eso la hizo enojar bastante con ella misma. Llamó a su escolta, para que fuera por una al establecimiento de entrenamiento. Además, le había dicho que cuando se la entregara, se devolviera al auto, porque quería disfrutar de su almuerzo a solas con su invitado. Estando los dos, sin nadie que los estuviera vigilando, se sintió un ambiente más ameno y agradable. —En un momento te daré la tarjeta —comentó Hestia, mostrándose amable con el chico. No le gustaba ser tan dulce y cariñosa, pero era que, estaba preparando todo para hincarle el diente a ese tierno muchacho—. Y bien, ¿puedes comentarme acerca de tu negocio? En parte, por eso estamos aquí. —Es verdad —dijo Heros, iniciando su explicación. Hestia escuchaba atenta al discurso de Heros. Había quedado embelesada con la diestra oratoria del chico, que se expresaba y se desenvolvía con fluidez y claridad. Era estimulante conocer a alguien así, de inteligente y lleno de conocimiento, para el planteamiento y desarrollo de proyectos de emprendimientos escalable. No tenía ni la más mínima idea por la cual, Lacey estaba engañando a ese chico. Era claro que Heros estaba enamorada de ella de manera sincera. Quizás, era ese aspecto pasivo y sumiso, lo que no le causaba ese deseo pasional. Eso podía cambiar, porque con un cambio de imagen, Heros se convertiría en el hombre más atractivo que habitara sobre la faz de la tierra. Era una diosa, y él, podía convertirse en su héroe, que la salvara de su libido en la cama, mientras la atacaba con su dura y filosa espada. Suspiró, mientras sonreía con satisfacción. Ya no era una niña, para estar pensado en esas cosas. Entonces, se percató de que debía tener cuidado, porque ella era la que podría ser seducida la inocencia y pureza de su lindo conejito pardo. Sin embargo, los meseros llegaron con los platos, interrumpiendo su amena charla. Heros observó con atención, como acomodaban los relucientes y numerosos cubiertos a los lados del plato. Todavía no había recibido esas clases, por haber estado ocupado en su negocio. No tenía el conocimiento de cómo usarlos o cuál utilizar primero. ¿Se necesitaban todos esos tenedores, cucharas, cuchillos y copas? Tragó saliva al sentirse expuesto con la hermosa mujer de cabello rojo como el granate y ojos verdes como esmeraldas. Hestia notó la preocupación de Heros. Además, que se había puesto un poco pálido. Había asumido que sabía manejar los cubiertos. —¿Hay algún inconveniente? —preguntó Hestia, con amabilidad—. No te preocupes, si no sabes emplearlo. A mí también me parece tedioso, pero así es la etiqueta. —¿Tanto se nota? —preguntó Heros, respirando aliviado—. No he empezado ese taller. —Solo un poco. No tienes por qué sentirte presionado. —Hestia encontró la excusa perfecta para tocar el cuerpo de Heros—. Déjame enseñarte lo básico
Ajustes
Fondo
Tamaño de letra
-18
Desbloquear el siguiente capítulo automáticamente
Índice
Capítulo 1 Prefacio: el timbre Capítulo 2 El permiso Capítulo 3 El consolador Capítulo 4 El choque Capítulo 5 Encuentro destinado Capítulo 6 La revelación Capítulo 7 Persuasión divina Capítulo 8 El asecho Capítulo 9 Insinuación perspicaz Capítulo 10 Proposición indecente Capítulo 11 Convicción de acero appCapítulo 12 La destrucción appCapítulo 13 El fuego appCapítulo 14 Segundo encuentro appCapítulo 15 Tenemos un trato appCapítulo 16 Jaque al héroe appCapítulo 17 El suéter appCapítulo 18 El sexting appCapítulo 19 El cometido appCapítulo 20 Nuestro secreto appCapítulo 21 Primer juego appCapítulo 22 La recámara appCapítulo 23 Los infieles appCapítulo 24 Los amantes appCapítulo 25 Truco de magia appCapítulo 26 La habitación púrpura appCapítulo 27 Strip dance appCapítulo 28 To squirt appCapítulo 29 La ambrosía appCapítulo 30 Las fustas appCapítulo 31 Lecciones íntimas appCapítulo 32 La libido appCapítulo 33 Un cuento de hadas appCapítulo 34 La unión appCapítulo 35 El frenesí de la diosa appCapítulo 36 Punto máximo appCapítulo 37 Desborde de agua appCapítulo 38 El cambio appCapítulo 39 Fiesta de antifaces appCapítulo 40 Las réplicas appCapítulo 41 Capturar a la diosa appCapítulo 42 El despertar appCapítulo 43 La fuerza appCapítulo 44 Yo soy insaciable appCapítulo 45 Propuesta laboral appCapítulo 46 El nuevo asistente appCapítulo 47 Dulces mentiras appCapítulo 48 La bienvenida appCapítulo 49 Cara a cara appCapítulo 50 Recompensa peligrosa appCapítulo 51 Los recuerdos appCapítulo 52 Rocío de miel appCapítulo 53 La invitada appCapítulo 54 Gustos perversos appCapítulo 55 Enloquecedora avalancha appCapítulo 56 Lascivia en la oficina appCapítulo 57 Lo que usted mande appCapítulo 58 Los pecadores appCapítulo 59 El aterrizaje appCapítulo 60 La alarma appCapítulo 61 El equipamiento appCapítulo 62 Las calles appCapítulo 63 El inicio appCapítulo 64 La diabla appCapítulo 65 La batalla appCapítulo 66 Pole dance appCapítulo 67 La tentación appCapítulo 68 La correa appCapítulo 69 La degustación appCapítulo 70 La felación appCapítulo 71 La liberación appCapítulo 72 La dominación appCapítulo 73 La presa appCapítulo 74 El banquete appCapítulo 75 El azote appCapítulo 76 El frenesí infernal appCapítulo 77 La tentación del héroe appCapítulo 78 Una pareja verdadera appCapítulo 79 Antes del final appCapítulo 80 Despedida de soltero appCapítulo 81 Desenfreno carnal appCapítulo 82 Érase una vez un matrimonio appCapítulo 83 Interrupción magistral appCapítulo 84 El apocalipsis de vesta appCapítulo 85 El pasado appCapítulo 86 Divino caos appCapítulo 87 Batalla en la catedral appCapítulo 88 La última cena appCapítulo 89 Jaque mate appCapítulo 90 El plan appCapítulo 91 Desde otra perspectiva appCapítulo 92 La pared de espejo appCapítulo 93 El testimonio de lacey appCapítulo 94 La confesión appCapítulo 95 Diosa soberbia appCapítulo 96 La resolución appCapítulo 97 El deber del héroe appCapítulo 98 Un mismo pecado appCapítulo 99 La distancia entre nosotros appCapítulo 100 La confirmación appCapítulo 101 La mujer rubia appCapítulo 102 La archienemiga appCapítulo 103 La superación appCapítulo 104 De rodillas appCapítulo 105 La decisión de la divinidad appCapítulo 106 Amor de verdad appCapítulo 107 La gemela appCapítulo 108 La prueba appCapítulo 109 El evento de máscaras appCapítulo 110 La declaración de hestia appCapítulo 111 El castigo del héroe appCapítulo 112 La ecografía appCapítulo 113 El cuidado appCapítulo 114 Las noches appCapítulo 115 El asistente appCapítulo 116 Las citas appCapítulo 117 Los días appCapítulo 118 La idéntica appCapítulo 119 Los deale appCapítulo 120 La discusión appCapítulo 121 Las raíces appCapítulo 122 La confusión appCapítulo 123 El restaurante appCapítulo 124 Los tres appCapítulo 125 El viaje appCapítulo 126 La lluvia appCapítulo 127 El pijama appCapítulo 128 El deseo appCapítulo 129 La atención appCapítulo 130 Ciudad natal appCapítulo 131 Las compras appCapítulo 132 Los regalos appCapítulo 133 La rivalidad appCapítulo 134 El masaje appCapítulo 135 Los regalos appCapítulo 136 Las disculpas appCapítulo 137 La influencia appCapítulo 138 Una familia appCapítulo 139 El estado appCapítulo 140 La lactancia appCapítulo 141 La pasión appCapítulo 142 La bebida appCapítulo 143 La emoción appCapítulo 144 El asalto appCapítulo 145 El comunicado appCapítulo 146 La silla appCapítulo 147 El fervor appCapítulo 148 El consultorio appCapítulo 149 El recibimiento appCapítulo 150 La despedida appCapítulo 151 La melancolía appCapítulo 152 Sobre ti appCapítulo 153 La añoranza appCapítulo 154 El CEO appCapítulo 155 Una familia appCapítulo 156 El nacimiento appCapítulo 157 La niñera appCapítulo 158 La nana appCapítulo 159 La tía appCapítulo 160 A solas appCapítulo 161 El ardor appCapítulo 162 La felicidad appCapítulo 163 Epílogo: la jefa app
Añadir a mi biblioteca
Joyread Español
FINLINKER TECHNOLOGY LIMITED
69 ABERDEEN AVENUE CAMBRIDGE ENGLAND CB2 8DL
Copyright © Joyread. Todos los derechos reservados