Capítulo 345 Victoria, la mujer fatal

Las largas piernas de Victoria estaban cruzadas y apoyadas en el reposabrazos del sofá, balanceándose ligeramente. Era la imagen de la indulgencia, y su aspecto hermoso la hacía aún más seductora combinada con su desenfado. Cualquiera que se encontrara con esta escena pensaría que era solo otra joven hermosa que estaba hablando por teléfono con su mejor amiga. La atmósfera habría sido reconfortante si no hubiera sido por la sorprendente visión de cuatro hombres musculosos custodiando la puerta de la oficina. Parecían fuera de lugar, intimidantes en sus trajes negros y con los brazos detrás de la espalda, de pie rectos como cadetes esperando saludar a sus superiores.