Capítulo 28 La segunda joven ama de la familia Trento
—¡Esta es mi habitación! Debería ser yo quien te esté haciendo esas preguntas —se quejó la muchacha mientras sostenía un rebenque.
—¡Espera! —Kevin extendió sus manos y trató de detenerla; debido a eso, su entrepierna quedó al descubierto.
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