Lisandro Caracortada se adelantó y se inclinó de manera respetuosa ante Wilfredo.
—Soy un guardia de seguridad aquí y solo le estaba dando una lección a un mocoso problemático. Ha sido un descuido de mi parte molestarlos a usted y a sus jefes. Por favor, acepte mis disculpas… —dijo con una actitud servil.
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