Capítulo 305 ¿Adónde se ha ido tu confianza?
Graciela pasó más de una hora bañando a Armando. Al final, no sólo estaba agotada, sino que también se había empapado la ropa. Por eso, ella también se bañó y se puso ropa limpia.
Después, Armando se tumbó en la cama mientras Graciela le masajeaba suavemente las piernas Sus manos le relajaban las piernas. El masaje le quitó todo el dolor que sentía antes, dejándole una sensación de hormigueo en la piel.
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