Capítulo 147 Divorciémonos
El hombre había tomado una silla y la había colocado delante de él para usarla como mesa. Trabajaba en su computadora portátil. Tenía las mangas de la camisa un poco arremangadas, dejaba ver los firmes músculos de sus brazos. La ligera tos de Graciela atrajo su atención.
De ahí que levantara la vista y viera que Graciela se había despertado. La miraba con detenimiento con la mirada perdida. Tras un momento de duda, apagó la computadora portátil.
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