Capítulo 106 No te pases de la raya

Cuando Graciela entró en la habitación, percibió un suave aroma floral que le resultó bastante familiar. Volvió a olfatear y recordó de inmediato el mismo aroma que había en la gabardina de Armando hace tiempo. Recordó el pasado, Graciela frunció los labios. Sabía que la persona que había visto aquel día fuera del café tenía que ser Armando. A pesar de ello, Patricio se negaba a admitirlo. El aroma floral era suave y dulce. Sin embargo, a Graciela le daba un poco de asco. Sacó la botellita de perfume de su bolso y lo roció por toda la habitación hasta que los diez mililitros de este se vaciaron. Solo entonces Graciela dejó de oler la fragancia floral y se sintió satisfecha. Justo en ese momento, Armando salió del baño con un bata color gris ahumado.