Tomas había hipotecado la villa al banco y había conseguido un préstamo para celebrar este gran banquete. También había invitado a muchos periodistas para alardear de la gloria de la Familia Carrasco y atraer a posibles socios comerciales. Pero ahora, ¡todo se había estropeado!
A los periodistas no les importaba que la Familia Carrasco se sintiera avergonzada. Apuntaron con alegría sus cámaras a los exámenes de los tablones de anuncios y tomaron instantáneas. Un periodista comentó:
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread