Capítulo 488 Sin señales de ella
Cuando Teodoro escuchó el timbre de la puerta, su respuesta natural fue dirigirse hacia ésta. Sin embargo, rápido se dio cuenta de que era medianoche, lo que le hizo preguntarse quién lo visitaría a esa hora tan intempestiva, considerando el hecho de que vivía solo. El pensamiento de eso dejó su rostro cubierto de sudor frío al instante. Así, en lugar de responder a la puerta de inmediato, se dirigió al estudio para revisar las imágenes de seguridad.
En el momento en que Teodoro vio una figura justo fuera de su puerta, a través de la cámara de vigilancia, no pudo evitar tragar saliva de miedo, porque la persona justo en su puerta no era otra más que Adrián.
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