Las dos breves y escuetas palabras hicieron esperar a Alejandro durante toda la tarde. Sin embargo, ya era de noche cuando por fin llegó Victoria.
Alejandro estaba sentado en la cama del hospital, lleno de resentimiento. Cuando vio a Victoria sentada frente a él, preguntó con un deje de amargura:
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread