Hacía tiempo que Victoria le había dado sus datos a Bernardo, pero éste aún no le había contestado. Ni siquiera le había facturado nada. Miró la hora y se preguntó si estaría jugando. Al fin y al cabo, antes había escuchado ruidos de fondo. Había hecho todo lo posible. Había encontrado toda la información posible. Si seguía buscando no encontraría nada, así que cerró el portátil y se fue a bañar.
Por eso no se dio cuenta de la llamada de Bernardo. Cuando volvió a salir, se dio cuenta de que le había enviado toda la información que necesitaba. Aún no había abierto el archivo, pero con sólo echar un vistazo a la lista de contenidos, pensó:
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